Identificar el síndrome del bebé sacudido
Los signos del síndrome del bebé sacudido pueden variar de leves a graves. El inicio de los síntomas es inmediato; sin embargo, en muchos casos no hay signos externos de lesión.
Síntomas del síndrome del bebé sacudido que puede ver:
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Falta de energía, lento
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Irritabilidad extrema, molesto, impaciente
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Incapacidad para succionar o tragar
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Disminución del apetito, no se alimenta como de costumbre
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Vómitos, algo más que regurgitar después de comer
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Dificultad para respirar o respiraciones cortas y superficiales
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Rigidez o posturas, que incluyen flexión anormal de los brazos, puños cerrados, piernas extendidas, arqueamiento severo de la espalda o cabeza echada hacia atrás
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Incapacidad de los ojos para enfocar o tamaño desigual de las pupilas
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Pérdida del conocimiento y puede experimentar convulsiones.
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Coma, inconsciencia profunda y prolongada
Lesiones que su pediatra puede encontrar:
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Sangrado intracraneal, sangrado dentro del cráneo
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Edema cerebral, acumulación excesiva de agua en el cerebro
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Hemorragias retinales, sangrado de los vasos sanguíneos en la retina o membrana en la parte posterior del ojo
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Fracturas de costillas, ruptura o fractura en uno o más de los huesos que forman la caja torácica
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Fracturas de huesos largos, rotura o fractura en el fémur, tibia u otros huesos largos
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Fracturas de cráneo, rotura o fractura en el cráneo
Los efectos a largo plazo pueden incluir:
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Lesión o daño cerebral severo
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Problemas de aprendizaje y/o trastornos del comportamiento
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Deterioro de las habilidades motoras o cognitivas
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Discapacidad visual o cualquier tipo de pérdida de visión.
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Parálisis o pérdida de la función muscular de uno o más grupos de músculos
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Trastorno convulsivo, en el que la actividad del cerebro se altera periódicamente y da como resultado algún grado de disfunción cerebral temporal
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Muerte